miércoles, 12 de noviembre de 2014

Barras bravas



los venezolanos hemos sido testigos de pleitos no privados entre quienes simpatizan con el proyecto diosdadomadurista. Esos pleitos han terminado en persecución, cárcel y derramamiento de sangre como el caso más reciente del Diputado Robert Serra. Sin embargo, del lado de la alternativa democrática últimamente se ha venido fragmentando cayendo en algunos casos a los insultos internos que se han ido ventilando a través de los medios de comunicación social. Estos pleitos privados de ambos extremo entre el diosdadomadurismo y MUD escapan a la discusión normal de “barras bravas” que se da en un partido de futbol o beisbol. El impacto de esa vergonzosa confrontación nos afecta hoy a todos los venezolanos. Su eco detonó “la salida” de Ramón Guillermo Aveledo de la Secretaria Ejecutiva de la Mesa de la Unidad Democrática desmovilizando a la oposición. Quienes hoy desmovilizan con sus insultos privados sin crear alternativa democrática y menos unidad son los que ni siquiera suman pueblo ya que carecen de liderazgo popular. Es lo que popularmente se les define: Generales sin tropa. En términos del beisbol no son relevo. Hasta ahora no existe en la actualidad, pues, una voz que desde el ámbito opositor sea capaz de decir “nosotros”.
Con una oposición fragmentada en luchas internas e insultos el oficialismo  aprovecha la parálisis y la división opositora para seguir “raspando la olla” sin escrúpulos y con premura. Esta circunstancia hace evidente que lo único “loquito” es dividirse, y que el más descarado acto de colaboracionismo con el “régimen” (dictadura, proyecto autoritario, desgobierno, llámelo como quiera) es precisamente fracturar al conjunto de fuerzas que hoy, de estar unidas, constituirían ante la sociedad venezolana y el mundo la alternativa lógica y creíble frente al deslave oficial.
La inmadurez es mucha, los egos son más grandes que las franquicias o los micropartidos que los albergan, la soberbia de quienes quieren gobernar un país que aún no tienen el gusto de conocer es patética. Pero lo más grave es como las ansias de poder han sustituido la indispensable vocación de poder.
En efecto, quien tiene vocación de poder posee un compromiso profundo con el país y una visión de futuro; quien sólo tiene ansias de poder apenas tiene consignas. Quien tiene vocación de poder maneja razones y argumentos; Quien sólo tiene ansias de poder dice tener “bolas” u “ovarios”. Quien tiene vocación de poder acumula triunfos y organiza equipos; Quien tiene ansias de poder desconoce triunfos y disuelve equipos. Quien tiene vocación de poder UNE; Quien sólo tiene ansias de poder DIVIDE.
Y mientras divide, paraliza. Y mientras paraliza, la antidemocracia avanza. Ese es el verdadero “colaboracionismo”, el que genera dolor y rabia en ese pueblo, chavista, opositor e independiente, que hoy está luchando solo y al detal en todos los rincones de la Patria contra el paquetazo Diosdado-Madurista, mientras la dirigencia opositora le dice al país “ya va, no se angustien, que nos vamos a reunir…”. No hay excusas, no hay derecho. Hay un país por rescatar, para todos y entre todos.
Animo Venezuela!

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