los venezolanos hemos sido
testigos de pleitos no privados entre quienes simpatizan con el proyecto diosdadomadurista.
Esos pleitos han terminado en persecución, cárcel y derramamiento de sangre
como el caso más reciente del Diputado Robert Serra. Sin embargo, del lado de
la alternativa democrática últimamente se ha venido fragmentando cayendo en
algunos casos a los insultos internos que se han ido ventilando a través de los
medios de comunicación social. Estos pleitos privados de ambos extremo entre el
diosdadomadurismo y MUD escapan a la discusión normal de “barras bravas” que se da
en un partido de futbol o beisbol. El impacto de esa vergonzosa confrontación nos
afecta hoy a todos los venezolanos. Su eco detonó “la salida” de Ramón
Guillermo Aveledo de la Secretaria Ejecutiva de la Mesa de la Unidad
Democrática desmovilizando a la oposición. Quienes hoy desmovilizan con sus
insultos privados sin crear alternativa democrática y menos unidad son los que
ni siquiera suman pueblo ya que carecen de liderazgo popular. Es lo que
popularmente se les define: Generales
sin tropa. En términos del beisbol no son relevo. Hasta ahora no existe en la
actualidad, pues, una voz que desde el ámbito opositor sea capaz de decir “nosotros”.
Con una oposición
fragmentada en luchas internas e insultos el oficialismo aprovecha la parálisis y la división
opositora para seguir “raspando la
olla” sin escrúpulos y con premura. Esta circunstancia hace evidente que lo
único “loquito” es dividirse, y que el
más descarado acto de colaboracionismo con el “régimen” (dictadura, proyecto
autoritario, desgobierno, llámelo como quiera) es precisamente fracturar al
conjunto de fuerzas que hoy, de estar unidas, constituirían ante la sociedad
venezolana y el mundo la alternativa lógica y creíble frente al deslave
oficial.
La inmadurez es mucha, los
egos son más grandes que las franquicias o los micropartidos que los albergan,
la soberbia de quienes quieren gobernar un país que aún no tienen el gusto de
conocer es patética. Pero lo más grave es como las ansias de poder han
sustituido la indispensable vocación de poder.
En efecto, quien tiene
vocación de poder posee un compromiso profundo con el país y una visión de
futuro; quien sólo tiene ansias de poder apenas tiene consignas. Quien tiene
vocación de poder maneja razones y argumentos; Quien sólo tiene ansias de poder
dice tener “bolas” u “ovarios”. Quien tiene vocación de poder acumula triunfos
y organiza equipos; Quien tiene ansias de poder desconoce triunfos y disuelve
equipos. Quien tiene vocación de poder UNE; Quien sólo tiene ansias de poder
DIVIDE.
Y mientras divide,
paraliza. Y mientras paraliza, la antidemocracia avanza. Ese es el verdadero
“colaboracionismo”, el que genera dolor y rabia en ese pueblo, chavista,
opositor e independiente, que hoy está luchando solo y al detal en todos los
rincones de la Patria contra el paquetazo Diosdado-Madurista, mientras la
dirigencia opositora le dice al país “ya va, no se angustien, que nos vamos a
reunir…”. No hay excusas, no hay derecho. Hay un país por rescatar, para todos
y entre todos.
Animo Venezuela!
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