A
partir de hoy los cristianos iniciamos la semana santa con el viernes de
concilio, día, en el que sumo sacerdote junto al sanedrín conciliaron la forma
de quitarse de en medio a Jesús de Nazareth por lo incomodo que este era para
ellos. Durante toda la cuaresma se nos estuvo invitando a la conversión y
perdón de nuestros pecados a través de las prácticas propias del tiempo
cuaresmal como lo es el ayuno, la abstinencia, la oración y la limosna sin
dejar a un lado la confesión.
El
día domingo asistiéremos a los diferentes templos para recibir las palmas
benditas con las que proclamaremos que Jesús de Nazareth es el rey de gloria,
palmas que posteriormente llevaremos a nuestros hogares con las que haremos
pequeñas cruces para colocarlas en el algún sitio de la casa pidiéndole a Dios
bendiga nuestros hogares.
El
miércoles santo, iremos como peregrinos a visitar al santo Nazareno de Achaguas
para recibir sus bendiciones, amor y en pago de promesas por favores alcanzados
por Él. Recordemos que lo que a Dios le agrada no son nuestras ofrendas sino lo
que haya en nuestros corazones dispuestos amarlo a Él y al prójimo, sino de
nada sirve nuestros sacrificios.
Jueves
santo se inicia el triduo pascual con la misa vespertina donde se celebra el
día del sacerdocio y de la eucaristía. Los sacerdotes celebran su día con el
lavado de los pie de los fieles recordando que son servidores de Dios y de su
comunidad parroquial. También se celebra el día de la eucaristía con la
ornamentación del monumento en el que se colocará el santísimo sacramento del
altar para su adoración. A partir de ese momento la Iglesia entra en oración
acompañando a Jesús de Nazareth en su noche de pasión y de agonía.
Viernes
santo, se acostumbra la visita de los 7 templos donde se va en familia y de
rodillas delante del sagrario se le pide a Dios por el mundo, Venezuela y
nuestras necesidades. Ya en horas de la tarde se celebra pasión de Jesús de
Nazareth con la adoración de la cruz y la procesión del santo sepulcro. Durante
todo el viernes santo la Iglesia nos invita a la oración, al silencio, al ayuno
y la abstinencia. No dejemos de vivir con fe este día y acompañemos a Jesús de
Nazareth en su calvario donde Él se ofrece cargando con la cruz y con ella
nuestras pecados. Desde la cruz Cristo nos enseña a obedecer, amar a Dios y al
prójimo y a no guardar odio ni rencor aquellos que nos hacen daño. Su costado
abierto de donde sale agua y sangre nos enseña que no debemos guardar en
nuestro corazón nada malo. Sus manos abiertas nos dicen que Él nos bendice.
Sábado
santo los templos permanecen cerrados a la espera de la misa de la vigilia de
la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. En esa eucaristía se bendice el
agua y velas. Es el día más importante para los cristianos ya que si Cristo no
fuera resucitado de entre los muertos nuestra fe no tendría sentido.
Domingo
de resurrección día de fiesta ya que Cristo resucita de entre los muertos
diciéndonos que todo tiene remedio incluso la muerte que Él vence con su
triunfante resurrección de entre los muertos.
Vivamos
con fe estos días santos y en la medida de nuestras posibilidades asistamos a
las actividades programadas en cada una de nuestras parroquias. Para quienes
vayan hacia Capanaparo se pueden detener un momento en La Macanilla y visitar
la capilla del Santo Cristo del Capanaparo.
Dios en su infinito
amor de Padre, Hijo y Espíritu Santo bendiga a los que se disponen a descansar
y salir de vacaciones en estos días. También le pedimos a Dios la bendición
para todos los funcionarios que participarán en el Plan Seguridad Semana Santa
2013. Amén