En
Venezuela ya se está convirtiendo en costumbre hacer cola para comprar
alimentos sobre todo aquellos que tienen que ver con la cesta básica. Basta con salir a la calle para observar
compatriotas haciendo largas columnas interminables muchas veces bajo sol o
lluvia en cualquier supermercado para adquirir los alimentos. Cuando se creó la
red de alimentos Mercal y PDVAL era normal ver gente haciendo cola, pero ahora
se hace cola hasta en los grandes supermercados, llámese Makro, Super Lider,
San Diego, Central Maderinse, Mercatradona Premiun o Plus, etc. En la cuarta
república se podía hacer el mercado del hogar en cualquier bodega de la
comunidad. Existía variedad de alimentos, marcas y el consumidor podía escoger
que comprar y comer. Hoy los tiempos han cambiado y no es nada fácil llenar el
carrito del mercado ya que no todos los productos se consiguen en el mismo
lugar. En la actualidad las redes sociales como twitter, facebook y Mesenger
Blackberry sirven para estar informado sobre donde están vendiendo aceite,
pollo, harina de trigo y para colmo hasta papel higiénico. Febrero es el mes
del amor y la amistad y a través de las redes sociales la gente dice que el
mejor regalo para el 14 febrero sería una paca de harina, pollo, azúcar o papel
higiénico. Se imaginan el 14 febrero en vez de regalar un ramo de flores llegar
donde la persona amada con esos productos como muestra de amor y amistad?
Hoy
8 febrero se cumplen 60 días sin que los venezolanos sepamos cómo está nuestro
presidente. Hasta ahora lo que sabemos es por medio de mensajes fantasmagóricos
por los cuales se nos informa que está bien, que puede escribir cartas de 7
páginas y firmas nombramientos de ministros y embajadores, pero que no puede
hablar y menos mostrarse en TV para que los venezolanos sepamos a ciencia
cierta y por medio de él mismo como marcha su salud. El país en cierta forma se
encuentra detenido, no por factores de la alternativa democrática sino por
aquellos que tienen en sus manos responsabilidad de gobierno que en vez de
darle rumbo al país lo que hacen es confundirlo con mentiras, caliches y ollas
periodistas sobre supuestos hechos de corrupción cuando más bien los ciudadanos
lo que queremos es que se nos resuelvan los problemas enormes que tiene la
patria de Bolívar, causados por ellos mismos.
Cuando
el presidente actual de los venezolanos hizo su oferta de gobierno en 1998 se
comprometió con acabar la corrupción. Por esa alternativa el pueblo votó
creyendo que por venir el presidente del mundo militar lograría erradicar con
ese mal. Sin embargo, hoy se dice que Venezuela es el segundo país con mayor
índice de corrupción en América Latina. Antes la gente decía que quienes
cometían delitos de corrupción tenían su capital económico en cuentas bancarias
en Suiza. Pues las cosas han cambiado y el dinero, producto de la corrupción
por aquellos que ocupan cargo de gobierno nacional, regional y municipal lo
vemos reflejado en tremendas camionetas o prendas de vestir, y aun así
mantienen un discurso dirigido a los más humildes del país: Ser rico es malo. A
cualquier venezolano que quiera viajar fuera del país se le hace difícil
conseguir los recursos de CADIVI pero los personeros del régimen actual viajan a
sus anchas sin ser sometidos a controles para adquirir dólares. El régimen
habla de corrupción haciendo proyecciones en los actores políticos de la
alternativa democrática tratando de perjudicarlos con mentiras sobre hechos de
corrupción. A nivel regional en Apure llevamos más de una década en manos del
partido del gobierno, y los hechos de corrupción tanto nacional, regional y
municipal son tan evidentes como el sol a la mitad del día. Mucho es el dinero
que ha llegado al Apure sin que este se vea en que haya mejorado la calidad de
vida de los llaneros apureños. Lo que si notamos, por ser un pueblo pequeño que
aquellos que ayer andaban a pie, hoy al frente de gobierno se han convertido en
los nuevos ricos del pueblo apureño mostrándose evidentes tanto en sus
vehículos como en sus nuevas residencias. En 15 años de socialismo comunismo no
conocemos del primer preso por hechos de corrupción.
Para
el gobierno no hay desabastecimiento de alimentos. Sin embargo los venezolanos
nos preguntamos: Dónde hacen mercado esos compatriotas que no notan que no se
consigue harina de trigo, azúcar, papel higiénico, mantequilla, etc?
En
la pasada campaña electoral presidencial, el candidato que salió favorecido con
los votos, presentó su plan de gobierno en 5 líneas estratégicas, una de ellas:
Salvar el mundo. Quienes andamos a pie, sin escolta sino en las manos de Dios
sentimos que vivimos en un país inseguro, donde la vida de los venezolanos no
vale nada. Cada día aumenta el número de personas que pierden sus vidas en
manos de la delincuencia sin importar condición social, política o religiosa. La
mayoría de los venezolanos que mueren son jóvenes, profesionales con futuro por
delante, otros son padres y madres de familia que dejan hijos huérfanos sin que
nadie asuma responsabilidad. Cómo salvar el mundo sin que antes no se salven a
los venezolanos del hampa y con hospitales sin insumos médicos?
El
futuro del país que ayer los venezolanos depositaron en las manos de un hombre,
hoy lo tenemos nosotros. Nos toca como ciudadanos reconstruir el país y darle
rumbo. Nos llegó la hora de reaccionar y tomar protagonismo histórico y no
seguir como espectadores de un país que se hunde en la corrupción.
Dios que nos invita a
la conversión a partir del miércoles de ceniza nos bendiga. Amén.
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