viernes, 30 de noviembre de 2012

Llegó diciembre



Llegó diciembre, mes donde las familias se preparan para recibir con alegría, entre cantos de aguinaldos el Nacimiento del Niño Dios. La Navidad se inicia el 25 de diciembre momento en el cual, La Virgen María trae al mundo al Rey de Reyes acompañada por su casto esposo San José en un humilde pesebre que le sirvió de posada para que Él naciera. Previo a la Navidad los cristianos nos preparamos para recibirlo a través del Adviento que se traduce como tiempo de espera. Muchos hogares en este tiempo comienzan a prepararse: pintando, armando el árbol de Navidad pero se olvidan de lo principal del Adviento: EL PESEBRE. En el pesebre se ve reflejada nuestra familia en las figuras de María, José y el niño Jesús. Muchos cristianos a partir de hoy comienzan hablar del espíritu de la navidad. Quien es el espíritu de la navidad? Un anciano que no busca otra cosa que hacernos perder el sentido del Adviento cambiándonos a un Niño que trae paz, alegría y esperanza por un anciano. Aprovechemos este tiempo para reconciliarnos con Dios a través de aquella persona que hayamos ofendido, asistamos a los actos religiosos propios de este tiempo como lo son las misas de aguinaldos que se inician a partir del 16 diciembre en las diferentes parroquias de nuestra geografía nacional. Venezuela es el único país en el mundo que con permiso de la Santa Sede Apostólica celebra una novena dedicada al Niño que nosotros llamamos misas de aguinaldo o de gallo. Esta tradición de misas de aguinaldos se remontan al periodo después de la independencia de Venezuela, cuando las mujeres se iban temprano a misa de madrugada hacerle la novena al Niño Jesús para que después de la misa tener un compartir entre amigos en las diferentes plazas. Este compartir consistía en tomar café con leche, chocolate caliente, arepas fritas, empanadas mientras los niños y jóvenes patinaban o andaban en bicicletas. Tenemos que retomar estas costumbres decembrinas enseñándoselas a nuestros hijos. Hay que retomar los cantos de aguinaldos. Es lamentable como pocos de nosotros no nos sabemos un canto de aguinaldo, pero si nos sabemos y hasta cantamos otros géneros o ritmos musicales que nada tienen que ver con este tiempo previo a la Navidad. Que hermoso se oye un: Niño lindo, ante mi rindo... Cantemos, cantemos gloria al salvador... Tun, tun. Quién es? Gente de paz... Fuego al cañón... Si la Virgen fuera andina y San José de los llanos...  En este tiempo te invito hacer algún regalo a un niño indígena que muchas veces nos olvidamos de ellos. Niños indígenas tenemos en el Capanaparo específicamente en La Macanilla. También podemos donar ropa nueva a los ancianos del Asilo de Biruaca. Tanto el niño indígena como el anciano muchas veces son olvidados por nosotros.
Precisamente a nivel político los venezolanos iniciaremos la novena del Niño Jesús el 16 diciembre saliendo a votar, bien temprano, por aquellos hombres y mujeres que ofrecen sus nombres para darle solución a los problemas de los venezolanos en las diferentes regiones del país. Al igual que ayer la Sagrada Familia de Nazareth que no logró conseguir posada para que naciera el Niño Dios, hoy, muchas familias venezolanas no tienen una vivienda donde pasar la navidad.
Los venezolanos tenemos en nuestras manos la solución de los problemas que a todos nos afectan por igual, como lo son: vialidad, economía, salud, falta de vivienda, seguridad, etc. Estos problemas tienen solución siempre y cuando los electores del país salgamos a votar no por un proyecto político personalista de quien desde hace 14 años ocupa la silla presidencial, sino por una alternativa democrática dispuesta a defender las regiones e instituciones del país a nivel regional fortaleciendo la descentralización, única forma de poder saciar las necesidades de las comunidades más alejadas del poder central, que hoy, a través de sus candidatos solo buscan desbaratar gobernaciones y alcaldías para ponerlas en manos no de los ciudadanos sino en manos del poder central actual. Son los gobernadores y alcaldes los más cercanos a las comunidades y son ellos los que conocen las realidades que se viven en cada uno de los estados o municipios que ellos representan.
En este periodo electoral nuevamente sale el tema de la enfermedad del presidente de Venezuela. Los venezolanos en su mayoría opinan que el presidente tiene derecho de buscar solución o personas que lo ayuden a mejorar su salud. El detalle está que muchos son los venezolanos que no tienen los recursos para poder al menos comprar los medicamentos que medio alivien sus enfermedades. El presidente usa los recursos de los venezolanos para tratar su enfermedad ya que está en todo su derecho ya que se trata del presidente de todos los venezolanos. Sin embargo, mientras el presidente se trata su enfermedad en Cuba los problemas siguen en el país y es precisamente estos son los temas que si nos interesan a los venezolanos. El presidente no se va preocupar por los problemas del país. Somos los venezolanos quienes tenemos que seguir luchando por el país que todos nos merecemos no bajando la guardia ante la segunda parte de la novela sobre la enfermedad del presidente de Venezuela.
El presidente de Venezuela no es el único enfermo en el país, y como no lo es tenemos que elegir gobernantes regionales que se ocupen de la salud de todos sus paisanos: reparando hospitales, dotándolos de insumos médicos, animando a los médicos jóvenes a regresar a sus estados natales para que trabajen y ejerzan su oficio de médicos en los hospitales que tal vez los vieron nacer, etc.
El mejor regalo de Navidad que le podemos dar a los niños y a Venezuela es elegir buenos gobernantes que nos brinden: seguridad, salud, vialidad, buenos servicios básicos, nuevas fuentes de empleo promoviendo y apoyando la empresa privada, desarrollo, etc.
Oremos por Venezuela, por los niños por nacer, los jóvenes adultos y ancianos, y también por cada uno de los candidatos que vamos a elegir este próximo 16 diciembre. No nos olvidemos de los presos políticos ni de aquellos que se encuentran solos, tristes y enfermos. Hagamos nuestra carta al Niño Jesús no pidiéndole ya juguetes sino paz, alegría y amor para Venezuela. Amén.

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