El
pasado 7 octubre los venezolanos asistimos a ejercer nuestro derecho
democrático a través del voto para elegir el presidente de Venezuela para el
período 2013-2019. Una mayoría de venezolanos optó por el candidato del
continuismo tal vez por aquel dicho que más vale viejo conocido que nuevo por
el conocer. Sin embargo, en la política cuando el pueblo ejerce su derecho al
voto lo hace buscando solución a sus problemas comunitarios.
En
Venezuela tenemos muchos problemas que con el tiempo se han venido incrementando
a los cuales no se les ha dado solución sino puro pañitos de agua tibia y por
los vientos que soplan desde el Palacio de Miraflores esa será la manera como
se irán atendiendo a los problemas.
Cuando
uno hace el analice de los resultados electorales caemos en cuenta que no ganó
Venezuela sino el gobierno. No ganó Venezuela porque los venezolanos el 8 nos
levantamos viendo la misma Venezuela con los mismos actores del pasado
socialista que lleva 14 años en el poder diciendo que ahora si van hacer más eficientes
en la atención de los problemas. Me atrevo a decir que eso es mentira. Sin
embargo, por esa opción una inmensa mayoría de electores votó. Votó por el
continuismo y por el fracaso en todos los sentidos.
Qué
nos toca a los venezolanos en esta nueva etapa de la historia del país?
Levantarnos y seguir hacia adelante con la frente en alto mirando hacia el
horizonte hasta que podamos alcanzar la meta de ver a un país feliz, prospero,
en democracia, con seguridad, con empleo, con mejor calidad de vida para los
venezolanos, con un país que tenga toda su estructura vial en perfecto estado y
con gobernantes que trabajen para todos por igual. Si logramos a eso entonces
podremos decir: Ganó Venezuela!
Hoy
Venezuela tiene dos visiones del país donde los venezolanos no debemos vernos
con odio por pensar distintos. Esas visiones de país nos deben llevar al
dialogo claro y sincero si verdaderamente queremos un país desarrollado.
Nos
llegó la hora como ciudadanos venezolanos que tomemos nuestro protagonismo dejando
atrás el odio, el rencor, la frustración, el llanto, la falta de fe y esperanza
que se sintió en muchos hogares venezolanos cuando el candidato de la
alternativa democrática no logró la suma de voluntades del pueblo para
convertirlo en servidor público como mandatario nacional de todos los
venezolanos.
Nos
llegó la hora de ponernos de pie y comenzar a trabajar por la mejor Venezuela
teniendo en cuenta que somos muchos los que queremos un país distinto con
oportunidades para todos por igual.
Vienen
nuevos eventos electorales que ya están la vista de todos. No se trata que
andemos buscando mesías sino servidores públicos que vivan en sus regiones y
las conozcan para que le puedan dar respuesta y soluciones a los inmensos
problemas que tenemos. Ya basta que desde el Palacio de Miraflores se nos
impongan candidatos a dedos pasando por encima de los liderazgos que existen en
cada en cada región. Será que las regiones no tienen lideres que no puedan
llevar la responsabilidad de ser servidores públicos como gobernadores o
alcaldes y los únicos que sirven para esos cargos son los que impone el partido
de gobierno de turno nacional? Pregunta que debemos respondernos cada uno de
nosotros.
No
perdamos la fe ni la esperanza en que podemos tener la mejor Venezuela. No nos
dejemos vencer por la tristeza y menos caigamos en la resignación. Venezuela
nos pertenece y más si trabajamos por ella. No nos podemos dar el lujo de
perder el país ya que no tenemos otro país de repuesto.
Animo
que ahora es que hay camino por delante.
Dios
y La Virgen de Coromoto patrona de Venezuela bendigan a este hermoso el país.
Amén.
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