viernes, 3 de octubre de 2014

La verdad debe ser revolucionaria



Han pasado los años desde que se impuso en Venezuela la mal llamada revolución que solo trajo pobreza, hambre, miseria y homicidios. Quienes votaron por el ex presidente Hugo Chavez 1998 lo hicieron pensando que por venir el candidato del estamento militar combatiría la pobreza y la corrupción. Pues no fue de esa manera. Hoy tenemos un gobierno corrupto en todos los niveles del poder. Hoy, al recorrer las calles, pueblos y caseríos nos encontramos con compatriotas que hasta ayer simpatizaban con el proyecto revolucionario decir: “Nos sentimos estafados por quienes nos gobiernas”. Nuestra respuesta para con esos hermanos nuestros compatriotas no debe ser la de: #Quien los manda a votar por Chavez o Maduro”. La división en nada ayuda al país que necesita con urgencia unirse en la construcción de todo el aparato productivo pero sobre todo de la unidad nacional. El Papa francisco a través de una hermosa carta enviada al país nos dice que debemos dialogar ya que en el dialogo nos encontramos y nos reconocemos como hermanos. Si queremos construir el país nos debemos hablar, entender y reconocer.: pueblo chavista y pueblo opositor.
Los revolucionarios que hoy declaran sentirse estafados me preguntan: Cuál puede ser entonces la conducta de un revolucionario ante una situación como esta de hambre, pobreza, corrupción y homicidios? Decir la verdad que te hace verdadero revolucionario. Decir la verdad de lo que nos está afectando todos por igual.
Cuál es la verdad? La verdad es que la escasez no es consecuencia del “contrabando”, ni del “bachaqueo”, ni de que no haya cajeros en los supermercados. El contrabando y el bachaqueo es culpa del gobierno que devaluó la moneda; la escasez de cajeros en culpa del gobierno que creó una legislación laboral que promueve el ausentismo laboral. En realidad hay escasez y colas porque no hay comida ni otros productos, y no los hay porque no se producen aquí (gracias a políticas equivocadas del Presidente Chávez continuadas por el camarada Maduro), y porque no se siguieron trayendo del exterior, ya que los dólares que se usaban para eso fueron desviados o para la campaña electoral o para los bolsillos de la boliburguesia. En ambos casos, corrupción roja y pura. La verdad es que Maduro y Diosdado no pueden dar soluciones, porque ellos son parte del problema.
La verdad, camaradas, es que la única revolución que necesita este país es la del trabajo, la productividad, la decencia y el respeto. Y para eso hay que cambiar al presidente, al gobierno y al modelo económico. Y para allá vamos, siempre dentro de la Constitución, siempre con la verdad, siempre en la calle-con-pueblo. 
Animo Venezuela!

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