La
protesta en cualquier país del mundo es reguardada por los órganos de seguridad
del ESTADO. En Venezuela los órganos de seguridad protegen a los paramilitares
que en el país mal llaman colectivos. A
medida que pasan los días el régimen o quienes tienen en sus manos
responsabilidad de gobierno muestran cual es el verdadero rostro que tienen. La
protesta ciudadana está contemplada en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. No se le puede silenciar la voz a los ciudadanos que
se sienten ahogados por la crisis económica y social que vive. Generalmente el
ciudadano de a pie se expresa a través de los medios de comunicación. Hoy,
estos medios que son voz de los que no tienen voz son silenciados por el
régimen ahorcándolos financieramente con la falta de divisas y con la amenaza
pública de ser cerrados. Las dictaduras cuando se implantan buscan la forma de
silenciar los medios libres para expresarse. Hasta ahora la OEA no se pronuncia
sobre la situación crítica que vive la prensa venezolana por la falta de
divisas para importar papel dejando más de 15 periódicos regionales fuera de
circulación y más 30.000 trabajadores sin empleo. Para el ciudadano la protesta
es un derecho que el presidente proclamado por el CNE N. Maduro pretende
criminalizar. El ciudadano es el soberano y la protesta es una de sus formar de
expresión. Para los gobiernos demócratas la protesta es un deber que deben
respetar y atender los contenidos de la misma. El ciudadano protesta cuando el
gobierno y los servicios básicos no sirven. Cuando el gobernante oye, respeta y
atiende la protesta se fortalece porque lo ayuda a mejorar los servicios. Un
gobernante demócrata responde a la protesta atendiendo sus causas para darle
solución. Precisamente a los gobernantes se les llama servidores públicos. En
Venezuela a quien protesta el régimen lo llama quinta columna o parasito. En
Cuba se le define al ciudadano disidente como gusano. Este régimen de 15 años
en Venezuela ha demostrado que es malo para cumplir las promesas pero bueno
para cumplir sus amenazas. Promesa que hace el gobernante revolucionario
promesa que no cumple y que sirve para robarse el dinero de los ciudadanos.
Frente a la protesta ciudadana este régimen venezolano activa tres conductas:
ignorar la protesta, sino puede ignorar la protesta la descalifica con insultos
y amenazas, y cuando no puede ignorarla o descalificarla la reprime con hechos
violentos. Toda protesta ciudadana debe tener motivo, sentido y dirección. La
protesta no debe ser una forma de catarsis. La protesta debe ser un medio por
el cual se eduque organizando y movilizando a la gente sobre todo de los
sectores populares. Cuando se convoca a la protesta de calle no es para meterse
en un corral sino para hacerse sentir y oír como ciudadanos organizados. Qué se
hace una vez en la calle? Escuchar discursos o tirar piedra? No! Se debe
resistir con conducta ciudadana sin caer en las provocaciones para promover la
violencia. Venezuela necesita gobernantes que escuchen y atiendan la protesta.
No necesitamos gobernantes que repriman las diversas formas de expresión
ciudadana convertida en protesta tal como lo establece y contempla nuestra
carta magna. Tampoco necesitamos políticos que utilizan la protesta ciudadana
como forma de promoción política tanto individual como partidista. Los
venezolanos necesitamos políticos con los pie, el corazón y la cabeza fría en
el planeta tierra sobre todo en Venezuela y en la región a la que pertenecen.
Necesitamos dirigentes políticos que vayan a los sectores populares a escuchar,
recoger y organizar a los ciudadanos para que hagan uso de su derecho
constitucional de la protesta. Juntos podemos ser #ConstructoresDeUnPaís
aportando ideas y soluciones a las diversas protestas que todos los días se
producen en Venezuela.
Animo Venezuela!
No hay comentarios:
Publicar un comentario