viernes, 1 de noviembre de 2013

Queremos ser felices


Queremos ser felices en Venezuela pero sin un ministerio de la suprema felicidad. Para que exista felicidad debemos tener un gobierno comprometido con la Constitución donde se establece que el estado debe ser garante de la unidad nacional, promotor del empleo pero sobre todo la seguridad de  todos los venezolanos. Te quiero en mi paraíso es decir que en mi país la gente viva feliz aunque no tenga permiso (Mario Benedetti). Pero cómo podemos ser felices y sonreír cuando vemos nuestro país hundido en el desastre, la locura, la pobreza y la inseguridad? Es difícil que el pobre o padre de familia que tenga que madrugar para ubicar alimentos y soportar largas colas para comprarlo sonría. Es difícil sonreír cuando hemos perdido un familiar o amigo victima de la inseguridad. En los países donde ha estado el comunismo lo menos que se vive es en felicidad. Cuáles son esos países? Rusia, China, Cuba y ahora Venezuela. En regímenes totalitarios la sonrisa es obligatoria, la felicidad es un asunto de estado, de compulsión burocrática de directiva ministerial. En esos regímenes no sonreír cuando el gobierno quiere es correr el peligro de que el régimen nos considere enemigos internos trayendo como consecuencia persecuciones políticas, enjuiciamientos injustos tan solo por el hecho de decir la verdad ante la mentira, que se puede pagar con prisión e incluso la muerte como suele ser en esas sociedades y ahora en nuestro país lamentablemente donde los poderes no son independientes sino dependientes del mandatario (dictador) de turno. En Venezuela esta semana se conoció, entre pitos y rechiflas, la creación de un “Vice Ministerio para la Suprema Felicidad del Pueblo”, donde tenemos y viven compatriotas nuestros que han perdido seres queridos en manos de la delincuencia y en manos de los órganos de seguridad del estado de manera injusta. Muchos de esos delincuentes que asesinan a mis compatriotas han comprado sus armas con créditos que el régimen les ha dado a través de un Movimiento por la Paz y la Vida. Los venezolanos queremos un país donde las mujeres no tengan que sobrevivir en medio de la pobreza convertida ahora en miseria. Los venezolanos queremos un país donde el estado esté al servicio de la gente y no al revés. Los venezolanos queremos un país donde la felicidad no sea una consigna sino una realidad. Los venezolanos queremos un país donde podamos ser felices sin hacer colas para comprar alimentos, papel higiénico y gas domestico. Queremos un país donde tengamos gobernantes honestos y no chulos de la riqueza que nos pertenece a los venezolanos de a pie. Queremos un país donde ningún compatriota se vaya a dormir sin haber comido. Queremos un país donde los niños sonrían de felicidad por tener sus juguetes en navidad, sus uniformes escolares, sus parques para recrearse y jugar. Nuestros jóvenes quieren un país con oportunidades de estudio y trabajo. Nuestros ancianos merecen un país donde ellos reciban mejor pensión de vejez, tarjeta de alimentación y medicamentos. Merecemos un país distinto al que nos dejó Simón Bolívar. Merecemos un país en democracia y no en comunismo. Merecemos un país que camine hacia el progreso. Merecemos un país donde se promueva la producción nacional. Merecemos un país donde los gobernantes sean funcionarios públicos. Lo podemos tener y lo vamos a lograr si tomamos nuestro protagonismo y salimos a luchar en democracia por lo que nos pertenece a través del voto. La Venezuela que queremos la tenemos en nuestras manos. Animo Venezuela! Dios y La Virgen de Coromoto nos bendigan. Amén.

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