Venezuela
nació para ser líder más no para ser Cenicienta de nadie. Nació para decir cuál
es el camino hacia la libertad por la que lucharon nuestros próceres de la independencia
y los jóvenes que se inmolaron contra
Marcos Pérez Jiménez. Venezuela nació en progreso y es hacia el progreso que
debemos caminar teniendo conciencia y asumiéndola que el país nos pertenece y
que debemos defenderlo de aquellos que no hacen otra cosa que robarse nuestros
recursos o entregárselos a otras naciones como forma populista de ser
reconocidos en el mundo como generosos cuando no son otra cosa que farsantes de
la democracia. En los últimos tiempos Venezuela se ha olvidado de sí misma
bajando su autoestima y no valorándose. El problema que tenemos en el país ya
no es lo material porque recursos naturales renovables y no renovables tenemos
en el país para mucho siglos por venir. El problema es mental y emocional.
Tenemos que recuperar el nombre de Simón Bolívar, hoy, devaluado en nuestra
moneda venezolana y corrompido su nombre y legado en los labios de delincuentes
disfrazados de demócratas que hoy ocupan cargo de representación popular. Para poder recuperar el nombre de Simón
Bolívar debemos hacerlo teniendo conciencia de lo que significa ser
verdaderamente venezolano. Venezolano es aquél ha nacido en Venezuela.
Venezolano es aquel que estudia y se levanta desde madrugada para salir a
trabajar y con su trabajo, mal pagado por su puesto, con un salario miserable,
aporta su grano de arena en la construcción del país que todos nos merecemos
pero que tenemos que seguir luchando por su independencia tanto ideológica
comunista socialista rancia que nos quieren imponer sino también de todos
aquellos que nos ven como colonia para venir a robarse lo que nos pertenece.
Los héroes de mi país son los adres de familia que se las ingenian de la manera
más honestad para conseguir el sustento diario para llevárselo a sus hijos. Los
héroes de mi país son los trabajadores públicos que con salarios de miseria
sobreviven en un país que lo está asfixiando la inflación económica. Los héroes
de mi país son los productores del campo que a pesar del robo de sus tierras
por para del régimen actual y por falta de apoyo económico siguen sembrando para
cosechar así sea poco y llevar alimentos a la mesa de las familias venezolanas.
Los héroes de mi país son los médicos, los maestros, los enfermeros, los
choferes de taxi y autobuses por puesto que arriesgan sus vidas porque no son
otra cosa que servidores públicos asechados por la delincuencia. Los héroes de
mi país son los que se rebuscan en la economía informal como buhoneros,
vendedores de comida rápida bien sea en kiosko o bicicleta. Como venezolanos
tenemos que darle un paro aquellos que vienen de otras naciones a decirnos como
es la cosa. Tenemos pasado histórico y suficiente materia gris (cerebro) para
decir y decidir por donde es que queremos ir, y para donde queremos ir es hacia
la Venezuela del progreso. Somos libres e independientes como nación. Libres e
independientes de pensar y expresarnos como queramos porque Venezuela es
nuestra casa, por supuesto, sin caer en el lenguaje vulgar o cloacal. Los
héroes de mi país que son muchos, viendo tantos recursos económicos lo que
quieren es salir de abajo, echar para
adelante para vivir mejor. Los héroes de mi país no son chulos. Los héroes de
mi país son trabajadores que merecen respeto y un país libre, independiente y en
progreso económico. Animo Venezuela!
Dios y La Virgen de
Coromoto nos bendigan. Amén.
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