La nueva mayoría nacional que está
integrada por los que siempre se han opuesto al proceso totalitario y por el
sector político de mayor crecimiento de los últimos 17 meses del país que es de
los chavistas decepcionados o defraudados por el diosdadomadurismo o
madurismodiosdado que en resumen se pueden llamar chavistas indignados por los
abusos, por la traición, por el escarnio de la gestión actual del
diosdadomadurismo que no es otra cosa que el desastre que estamos viviendo los
venezolanos. El diosdadomadurismo intenta ser un gobierno, pero no es otra cosa
que la destrucción nacional de todo lo que huela o parezca a emprendimiento o
progreso. Esa destrucción ha generado rechazo incluso dentro de las filas del
oficialismo sobre todo en aquellas personas que una vez votaron por el
presidente Chávez quien por su discurso invitaba a una redención social.
Resulta que estando en vida el presidente Chávez a partir del año 2007 empezó
la gente a desencantarse porque una cosa era el discurso y otra la realidad. Qué
pasó? Que en la base de la pirámide de lo popular, sobre todo la gente del
barrio, del caserío a punta de llevar palo, bomba lacrimógena y de ser
engañados de manera sistemática y reprimidos por el engaño se fueron abriendo
de manera progresiva. Pasada la etapa del encantamiento de las Misiones la
realidad del barrio comenzó a verse clara y distinta. Las Misiones se
convirtieron en un factor irritante para los habitantes de los sectores
populares. La gente del barrio o del sector popular se cansó de ser censada por
cualquier organismo para un proyecto que anulaba el anterior hasta que por fin
aparecía un organismo que ejecutaba el proyecto pero que beneficiaba a un grupo
muy pequeño de los que habían sido censados pero que mostraban lealtad al
proceso marchando y participando en mítines presidenciales o en eventos
electores porque sino no cobraban la Misión. Esa realidad era lo que venía
ocurriendo desde 2007 dentro de las filas del oficialismo. Ese proceso de
alejamiento se transforma ya no en progresivo sino en catarata o caída libre
cuando llega el señor Maduro a Miraflores como presidente encargado y luego
como proclamado por el CNE. El abandono es muy evidente cuando Raúl Castro se
anota a caballo ganador pactando con EEUU cuando aún Maduro estaba ubicando la
silla en Miraflores, la puerta que llevaba al baño o la llave del escritorio en
el despacho presidencial. El proceso es indetenible, ese proceso es cambio
porque este país está agotado del hambre, de la mala eficiencia pero sobre todo
la corrupción salvaje que ha querido ser ocultada y silenciada por estrategias.
Por un lado la hegemonía comunicacional donde la voz de la oposición o del
pueblo de a pie no existe. El otro mecanismo es la represión pura y dura o
procesos judiciales que se le está aplicando a jóvenes que protestan por un
mejor país o a personas que por tomar de colas para comprar alimentos terminan
siendo presos. Este tiempo que estamos viviendo no ordinario sino represivo.
Ante esa crisis se requieren respuestas económicas, sociales, políticas. Las
colas son las consecuencias de la escasez y de un modelo económico que fracasó
y que lo que hoy distribuye es miseria y hambre. Para lograr eso hay
desmantelar leyes inconstitucionales que cercenan la libertad de empresa y de
trabajo. Sin libertad de empresa no existe la libertad de trabajo. La libertad
de empresa es para que el ciudadano de a pie no dependa de las migajas del
petro-estado sino de nuestro esfuerzo productivo en una plaza laboral o puesto
de trabajo con quince y ultimo y seguridad social en una empresa seria y
productiva. Sino existe empresa libre el ciudadano se convierte en un rehén
económico del gobierno. Necesitamos acabar con la fábrica de corrupción del
país que es el régimen cambiario e impulsar la producción nacional.
La encuesta social realizada por la
UCAB-Caracas, Universidad Metropolitana y Central de Venezuela revela que de
cada 10 venezolanos que reciben beneficio de Misiones 5 no son pobres. No son
pobres porque la información no le llega a los más pobres y porque los
mecanismo normales como lo son el estudio y el trabajo los han bloqueado
quienes se encargan de ejecutar las Misiones. Nuestra sociedad está estancada.
La máquina de producir prosperidad está paralizada gracias al oficialismo y los
16 años de desastre. Un matrimonio joven profesionales ambos y empleo ambos si
se quieren comprar una casa o apartamento eso está fuera de su alcance por el
alto precio del mismo. Una pareja de clase media social para lograr tener un
apartamento tiene que meterse en La Gran Misión Vivienda Venezuela. Un
venezolano no pobre, clase media y con trabajo que quiera comprar un carro
nuevo no lo puede hacer porque no hay, pero tiene que meterse en una misión de
carros donde lo tien que pagar con sobre precio.
La política social del gobierno no
solo no funciona sino que tampoco atiende a los más pobres del país. En este
momento lo que estamos viviendo propiciado con la sanción a Farmatodo y los
Supermercado Día a Día es el Dakazo parte II. Los venezolanos ya sabemos lo que
pasó con el Dakazo parte I.
Unidad,
paz, movilización, proyecto y cambio: Cinco palabras que resumen la actitud y
conducta necesarias para detener la caída del país e iniciar su recuperación.
Unidad, porque si no estamos unidos no calificamos como alternativa. Pacíficamente,
porque solo en paz el pueblo unido puede mostrar su fuerza, inmensa en
contraste con las minorías armadas y violentas. Movilizados, porque el
ciudadano debe usar TODOS sus recursos en esta pelea, la protesta social y la
lucha política, la calle y el voto.
Animo Venezuela!
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