Dialogo si, habladera de paja no

La protesta de calle no es la que tiene en jaque al régimen del presidente proclamado hace un año por el CNE. Lo que tiene en jaque al régimen es el colapso económico que se ha llevado más vidas humanas que la misma represión de los órganos de seguridad para aquellos que se manifiestan en contra de este régimen comunista. Definitivamente todo el país quiere dialogo de verdad para darle rumbo al país. Los ciudadanos no queremos habladera de paja sobre todo de aquellos que hoy tienen responsabilidad de gobierno. Un año lleva el actual presidente proclamado por el CNE anunciando que ahora si le va dar rumbo al país cuando en la realidad lo que vamos es en retroceso. En Venezuela no sólo protestan los estudiantes sino también el pueblo completo en cualquier sitio donde se encuentre sobre todo en las largas colas que tenemos que hacer para comprar artículos de primera necesidad. El régimen lleva 15 años hablando pura paja mientras el país se nos va perdiendo por la falta de producción nacional y la delincuencia cada día más organizada y armada mejor que la misma PNB. No tenemos un presidente sino un mandón que gobierna con ley habilitante con los poderes del estado a sus pie y con una Fuerza Armada no al servicio de los ciudadanos sino al PSUV pero lo peor al régimen cubano. 12 meses lleva como presidente proclamado por el CNE N. Maduro y sus logros han sido la devaluación de la moneda venezolana en 700%, pulverizando el ingreso del venezolano al transformar el salario mínimo en salario ínfimo, aumento de los precios de los alimentos, colocando por ejemplo el litro de leche, que antes costaba 7 Bs, en 27 Bs. El presidente dice que no ha logrado arrancar en su plan de gobierno debido que los comerciantes y el imperio no lo han dejado trabajar. Protesta estudiantil, ingobernabilidad política y colapso económico es lo que ha colocado en jaque al régimen venezolano. Algunos, acostumbrados a leer la política desde una especie de complejo de inferioridad, vieron en el diálogo “una trampa” oficial para “ganar tiempo, enfriar la calle y recuperar legitimidad”. La verdad es que la lucha hizo evidente la precariedad del gobierno, y eso hizo que hasta sus aliados en el continente lo obligaran a ir, a regañadientes, a un proceso de diálogo con una oposición que hasta ayer desconocían y descalificaban. El diálogo es el fin verdadero de la lucha que se lleva en la calle para recuperar la democracia. Protestamos con dos manos: protesta y diálogo, debate y calle. Para lograr el cambio debemos estar unidos y no fragmentados. Debemos seguir en la calle pero con pueblo teniendo como rumbo o carta de navegación la Constitución. La carta de navegación es clara solo que tenemos que leerla, ponerla en práctica y salir a la calle a organizarnos en asambleas de ciudadanos informando lo que sucede en el país y buscando juntos la salida de esta crisis política originada por el régimen que lleva 15 años en el poder.

Animo Venezuela!