viernes, 10 de enero de 2014

CON-VENCER



El lenguaje no es “inocente. Hablamos como pensamos, pensamos como vivimos, no al revés. Las estructuras verbales son resultado de pre-existentes estructuras mentales. No hay palabras “casuales”, hay ideas causales. No, no se trata esta columna de una disertación sobre “programación neurolingüística”. En realidad estamos hablando de sociología, de política, de comunicación. Es decir: hablamos de personas, de seres humanos, de pueblo. De nosotros, pues. “Patear barrios” es una expresión que probablemente tiene su origen en la jerga militar. Para conocerlo y operar sobre él, la infantería “patea” el terreno, mientras la aviación lo sobrevuela y la marina lo bombardea a distancia. No es “casual” que si el país tiene 14 años, ya algo más de media generación, bajo la hegemonía política de un proyecto fuertemente impregnado por los lamentables antivalores del militarismo, expresiones con ese origen sean usadas incluso por quienes juran ser portadores de un mensaje “alternativo”. Así, es frecuente ver a dirigentes demócratas anunciando que van a designar “comandos” para dirigir una “campaña” electoral, o que van a “desplegar” sus activistas para obtener una victoria por “arrase”. Todas estas expresiones son “comunes” pero, repetimos, no inocentes. Expresan el substrato cultural de un país que, de doscientos años de vida, sólo ha tenido gobiernos civiles en menos de una cuarta parte de ese tiempo. Para que el discurso democrático obtenga victorias es necesario no “vencer” sino convencer a densos sectores que hasta ahora han estado bajo la doble tenaza de la influencia simbólica y de la extorsión clientelar del capitalismo de Estado disfrazado de “socialismo del Siglo XXI”. Si estamos allí, codo a codo, compartiendo rabia y acción, angustia y movilización, indignación y esperanza, entonces si habrá una posibilidad inmensa de que ese hermano nuestro escuche nuestra palabra y entienda que esa lucha específica que está dando (por empleo, por vivienda, por servicios, por seguridad, por vialidad, por salud, por lo que sea), forma parte de una pelea más grande: la que estamos dando millones de venezolanos porque Venezuela vuelva a ser una República gobernada por y para los venezolanos y no una mezcla de potrero con cuartel teledirigido desde un museo de cera en el Caribe. Todo esto ha sido comprendido y expresado por dirigentes muy importantes en el que se cuenta ese millar de líderes locales que hoy son diputados, alcaldes o concejales. Por ello esos dirigentes han planteado la necesidad de relanzar la Unidad y transformarla de la alianza electoral que hoy es en la alianza política que debe ser, capaz de expresar la fuerza social que quiere cambio de verdad en democracia y libertad. Todavía hay en la oposición algunos que no entienden esto o que no quieren entender. Esos, que llaman despectivamente “patear barrios” al esfuerzo sistemático por CON-VENCER. Los mismos que admiran “primaveras” egipcias o ucranianas, pero que no encuentran aún razones o maneras de movilizarse en solidaridad con nuestros hermanos hacinados en los refugios o marcados como reses para poder entrar a un "Mercal" estatal para adquirir víveres a precios subsidiados. También para ellos el método es el diálogo, el debate sin etiquetas y sobre todo la invitación a actuar juntos, a vencer juntos, a CON-VENCER. 2014 será un año sin comicios, pero no un año “sin elecciones”. Este será el año en el que podremos elegir entre seguir siendo resistencia o convertirnos efectivamente en ALTERNATIVA. Para ello es menester hablar con los no convencidos y “vencer con” ellos a nuestros adversarios comunes: a aquellos que, como en Cuba, desean destruir la Patria para luego reinar sobre sus escombros. Esa es la verdadera tarea, la significativa "elección" de este año que empieza. Animo Venezuela!

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