viernes, 3 de mayo de 2013

Animo Venezuela!



Los venezolanos estamos viviendo una época interesante donde los gobernantes de turno se burlan del pueblo, cosa que es terrible, y donde se criminaliza la protesta cívica y democrática. Pensar, opinar y expresarse de forma distinta al régimen venezolano puede ser definido como fascismo. Fascista no es el pueblo que desconoce a un gobernante, fascista es el gobernante que desconoce al pueblo no importándole resolverle los problemas a los ciudadanos sino buscando la forma de mantenerse en el poder. Hoy tenemos el mundo al revés donde se cataloga al venezolano que protesta con un pito, vuvuzela, cacerola y caldero como fascista golpista y al motorizado armado y violento como prócer de la patria.
Han pasado los días de la toma de posesión y continuidad del gobierno de Maduro y la situación del país cada día se pone peor. Aumenta la inseguridad, la corrupción, siguen venezolanos mal viviendo en refugios donde muchas veces son asesinatos o violados, se mantienen hospitales sin insumos médicos, vías en mal estado, empresas que se van del país lo cual genera desempleo y escasez de productos básicos, la falta de energía eléctrica aun sin dársele solución afectando sobre todo a los hogares más humildes que se les daña la poca comida que consiguen y sus artefactos de electro domésticos.
Los problemas de los venezolanos no se resuelven solamente con dinero porque dinero se ha destinado a las regiones solo que éste termina en los bolsillos de ministros, gobernadores y alcaldes. Los problemas para que puedan tener solución necesitan de voluntad política, de gente que conozca de política, que sepa cuáles son las necesidades de las comunidades y que tengan perfil para ocupar cargos de responsabilidad como servidores públicos. Qué sabe un militar sobre la salud cuando éste fue formado como hombre de armas y para la guerra? La mayoría de las gobernaciones y vice ministerios están en manos de militares y al estar en sus manos ya sabemos cuáles son los resultados. Imagínense por un momento un sacerdote ministro de la defensa comandando tropas, movilizando unidades a sitios estratégicos, etc. Suena como una locura. Pues lo es. Ya conocemos de experiencias de otros países donde los gobernantes vienen del clero y han tenido una mala gestión. Lo mismo sucede en países donde el gobernante viene del mundo castrense. En América Latina tenemos dos países en manos de militares que aun no han entrado en el siglo XXI: Venezuela y Cuba. Algunos dirán que Maduro no es militar, cierto, no lo es pero usa el modelo y esquema político cubano rancio para gobernar al país.
Como ciudadanos tenemos el derecho a la protesta cívica, democrática y en paz. No permitamos que no sigan maltratando y robando lo que nos pertenece: el país. No dejemos que entre en nosotros ante la impotencia de ver tanta injusticia el odio, el rencor, la venganza y la violencia. Hoy más que nunca el país nos necesita unidos, en pie de lucha con el arma de la verdad que debe estar por encima de la mentira y sus derivados. Evitemos el conformismo quedándonos en casa viendo como otros luchan por nosotros. Hay que movilizarse dejando por un momento la comodidad. La lucha es de idea por un país desarrollado y en progreso. No perdamos la fe, el amor y la esperanza que son virtudes teologales que pronto recuperamos el país para darle rumbo democrático hacia la Venezuela del progreso que todos queremos pero que para merecerla tenemos que seguir luchando con la paz.
Dios, La Virgen de Coromoto y La Beata María de San José en su XVIII aniversario de beatificación el 7 de mayo nos bendiga. Amén.

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