Venezuela
es una tierra de gracia tal como la definió Cristóbal Colón cuando el 4 agosto
1498 pisaba suelo venezolano por Macuro Edo. Sucre. Somos un país rico en
reservas naturales renovables, tenemos las mejores playas del planeta, ríos
inmensos con variedad de peces, llanuras donde la vista se pierde en la
lejanía, montañas y páramos que en algunos momentos se cubren de nieve. Cada
región del país tiene su geografía, gentilicio, comida y música propia que la
identifica. Sin embargo, la riqueza más grande que tiene el país no es el
petróleo sino su gente que desde temprano se levanta con fuerza para salir a
estudiar y trabajar y con su esfuerzo colocar un grano de arena en la
construcción del país que todos queremos y nos merecemos. Somos un país donde
la mayoría de los venezolanos son jóvenes, unos en formación académica y otros
profesionales que lamentablemente se encuentran desempleados a pesar de su
formación universitaria. Los jóvenes no representan el futuro del país, los
jóvenes representan el presente de un país que quiere progresar y desarrollarse
en todos los sentidos. Los jóvenes merecen que se les den oportunidades de
trabajo sin importar sus ideas políticas. Es triste ver un joven sin empleo
dedicado al rebusque familiar. La ilusión de todos los jóvenes es verse
profesionales, con empleo y viviendo de manera justa y digna. A medida que
pasan los días, los meses y los años las empresas venezolanas van cerrando sus
puertas dejando a muchos jóvenes desempleados y sin oportunidades de
desarrollarse en lo laboral y profesional. Solo el joven venezolano sabe lo que
le cuesta conseguir empleo. Hasta ahora no existe una política que le brinde la
oportunidad del primer empleo para el joven que sin ser profesional se dedica a
trabajar para ayudar a su familia en lo económico. Los jóvenes merecen que se
les den las oportunidades de ser protagonistas de su propia historia de vida
brindándoles la posibilidad de tener empleo y espacios para su recreación.
Duele ver jóvenes que por falta de oportunidad laboral tienen que dedicarse a
la vida del delito. La mayoría de los presos que se encuentran en nuestras
cárceles venezolanas son jóvenes al igual que la mayoría de quienes mueren en
las calles por la inseguridad son jóvenes. Venezuela es un país joven que tiene
que ser para jóvenes. Fueron jóvenes quienes nos dieron la libertad e
independencia: Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, etc. Fue el joven Jesús de
Nazareth quien nos dio la salvación de nuestras vidas. Son los jóvenes
venezolanos quienes nos devolverán y reconstruirán con su esfuerzo, estudio y
trabajo el país que hemos venido perdiendo por la corrupción que cada día se
come nuestra patria Venezuela. Quienes madrugamos vemos como el país se levanta
con energía juvenil y esa energía debe transformarse en trabajo para nuestros
jóvenes. Llegó la hora que los jóvenes asuman su protagonismo en todos los
sectores de la vida del país.
Dios
y Nuestra Señora de Coromoto patrona de Venezuela nos bendigan. Amén.