La
democracia se defiende con el voto y la movilización que hagamos todos los
venezolanos el próximo 16 diciembre saliendo a votar por aquellos hombres y
mujeres que están dispuestos a convertirse en servidores públicos para trabajar
en la solución de los multiples problemas que tienen las regiones del país.
No
votar es entregar la libertad y la democracia. Hay que salir a votar dejando a
un lado el guayabo que tal vez tengan algunos del evento electoral pasado y
pensando que el futuro lo podemos cambiar regionalmente si todos vamos a votar.
La
principal oferta del evento electoral del pasado 7 octubre era el de entregarle
vivienda aquellos venezolanos que la habían perdido por las lluvias u otros
desastres naturales. Hoy dia nos damos cuenta que muchos sectores donde se
contruyen vivienda se encuentran paralizados dejando a muchos venezolanos mal
viviendo en refugios que nada tienen de dignos ya que en ellos se comenten
crimenes y violaciones sin que el gobierno haga algo a través de los organos de
seguridad del estado. Por otro lado se les ofrece a los damnificados un bono de
2.000 Bsf que llaman navideño, bono que fue ofrecido el año pasado y que
tampoco le entregaron a nuestros compatriotas que viven en refugios.
Los
candidatos del PSUV ofrecen en campaña a las gobernaciones aquello que no
dieron cuando tenían responsabilidad de gobierno nacional. Por ejemplo:
seguridad, vialidad, vivienda, empleo, producción agricola, etc. Si estos
compatriotas llegan a las gobernaciones cumpliran esas promesas?
La
confianza del voto la debemos depositar en aquellos que sabemos no nos van a
defraudar y que se van a poner al frente de los problemas para darle solución a
penas lleguen al gobierno.
La
alegría de la navidad dependerá este año de la elección que hagamos con
conciencia los ciudadanos este 16 diciembre, aunque navidad es la alegría de
recibir al Niño Dios, pero bien sabemos que en muchas regiones esperan que le
demos de regalo a nuestros hijos, gobernadores, que promuevan el desarrollo y
la descentralización como única forma de poder resolver los inmensos problemas
regionales.
Las
regiones se desarrollan desde las gobernaciones con servidores públicos que llamamos
gobernadores que deberían ser primeros en llamar a la empresa privada para que
invierta su capital en los estados y a la vez promover el empleo directo y
indirecto.
Para
que las regiones se desarrollen necesitan de gobernadores que conozcan bien la
región ya que al conocerlas pueden atender mejor las necesidades de las
comunidades para darle solución en lo inmediato con el recurso humano regional
y municipal. Últimamente hemos visto como gobernadores venidos de otras
regiones no trabajan con el recurso humano regional y por el contrario se traen
gente de otras regiones que vienen no a resolver problemas comunitarios sino a
beneficiarse ellos mismo en lo económico para que una vez cumplida su gestión o
misión irse de la región con todos sus recursos económicos. Eso hay que
cambiarlo y acabarlo.
En
las regiones se encuentran muchos profesionales desempleados con ideas claras
de cómo desarrollar los estados. Solo falta es que se les llame sin importar su
ideología politica para que aporten con sus conociemientos y su trabajo el
grano de arena que todos necesitamos en la reconstrucción regional de las de
los estados.
Las
gobernaciones no deben ser de colores sino de desarrollo regional donde se
promueva y apoye al hombre del campo en la siembra y producción agricola y
ganadera para que Venezuela se convierta en un país exportador de alimentos y
dejemos de importar todo lo que consumimos y llevamos a nuestras mesas en los
diferentes hogares del país.
La
decisión del modelo de país y estado que queremos la tenemos que tomar cada uno
de nosotros saliendo a votar. No dejemos que otros sean los que decidan por
nosotros. Evitemos que la abstención sea la que elija por nosotros ya que si la
dejamos estariamos entregando las regiones al poder centtral socialista
comunista rancio. Defendamos la descentralización saliendo a votar.
Dios en su inmenso
amor bendiga a Venezuela. Amén.